domingo, 15 de enero de 2012

Untitled.


Cuando una sensación de decepción te recorre el cuerpo, te sientes verdaderamente mal.
Te sientes defraudado, cuando la persona que ha hecho que se produzca dicha sensación en ti es realmente vital e importante en tu vida.
Pero piensas en la situación y no puedes llegar a entenderlo. Cómo puede llegar a preocuparle simplemente eso. ¿Yo, yo y sólo yo?
Además lo que más molesta es que sabes que llevas razón. Y no por el hecho de llevarla siempre, es que sabes que  la llevas.

No voy a tragar con las estupideces que lleváis tragando vosotros tanto tiempo. Yo no soy así, y aunque terminéis por odiarme todos, me es indiferente. Sólo espero que sepáis separarme a mí de él. No quiero que por mi culpa se quede solo.

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